“Más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo”
Miguel de Cervantes
Todos hemos tenido un cliente o un posible ligue que nos intenta dar esquinazo, es fundamental quedar para poder vender lo que queremos, pero hay dificultades, no se para con nosotros o no nos atiende a las llamadas. Vemos que duda si nos recibe o no. Necesitamos volver a verlo, hemos llegado o hemos llamado en un momento que no nos podía atender y esta llamada o visita no va a servir de nada.
– Ven otro día, estoy muy liado y no puedo atenderte…
– Ahora no puedo quizás en otro momento
– Nos llamamos si eso
– Ya quedaremos…
Esto es un rebote no hay manera, pero como nos quedemos ahí, ni ligamos ni vendemos ni nada.
Hay que “obligarle” a quedar para ello se lo vamos a poner fácil, una decisión rápida, que le obligue a elegir entre lo que queremos que nos diga:
– Le viene bien ¿el jueves o el viernes a las 10?
Con esto le obligamos a una decisión fácil y es más probable que nos reciba. Desviamos la conversación a que día quedamos (ya lo dejamos por supuesto) y no si quedamos o no y además tiene la sensación de haber elegido todo el propio cliente.
Si la respuesta es: No puedo esos días, la siguiente es automática:
– ¿Qué día puede?
El cliente ya solo piensa en que día queda y no si nos recibe o no nos recibe. A no ser que sea muy cerebral, no se da ni cuenta. Vale también para llamadas por teléfono
Prohibido entonces
– Vale ya pasare otro día
– Insistir en el momento
– Le llamo antes y quedamos (a no ser que te lo pida)
– Bueno cuando usted quiera…
Siempre funciona con la gente dubitativa aunque si el cliente / posible ligue tiene claro que no te quiere recibir, no hay manera… las calabazas están aseguradas.
Saludos
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