“Generalmente ganamos la confianza de aquellos en quienes ponemos la nuestra.”
Tito Livio.
La confianza en un equipo es fundamental. Si quieres delegar, si quieres avanzar en los asuntos e incluso la lealtad y la complicidad necesaria van justo después de lograr ese ambiente de confianza.
¿Cómo lograr ese ambiente de confianza?
Solo hay un camino: las conversaciones.
Son más relajadas y eficaces para este fin en lugares fuera de la empresa, aunque quedar fuera de la empresa para hacer equipo a veces no es fácil y es mejor no forzarlo.
Siempre se pueden procurar estas quedadas: (típico café, celebración de algo o algún evento). Fuera de la oficina el status de jefe se difumina y la comunicación fluye mejor.
En cualquier caso hay que buscar tiempo ya sea dentro o fuera de la empresa para tener conversaciones con los elementos de tu equipo.
Del éxito en las conversaciones tendrás un nivel más o menos alto de confianza con tu gente.
Hay conversaciones que crean confianza, las que no y las que las mantienen o las reparan.
Conversaciones que rompen la confianza:
- Quejas, reproches, acusaciones ( en realidad no son más que desahogos, no se lo digas más que al interesado ya que crean mal ambiente y mira si vale la pena)
- Las que no se producen: Las inconversables ( lo que se calla uno o no dicen en presencia de alguien)
Conversaciones para construir confianza:
- Conversar sobre posibilidades (conocer la opinión las maneras de hacer diferentes, otros pensamientos )
- Feedback ( que impresiones tememos , como vamos respecto algún tema , como se sienten o nos sentimos)
- Pedir bien (ordenes claras y alcance), escuchando como podría hacerse: y no olvides algo cuando pidas hazlo siempre con la formula pregunta: Podrías ….? en lugar de la orden directa: Ocúpate….
Conversaciones para mantener la confianza:
- Gratitud y Celebración ( no te calles nunca nada bueno, díselo al responsable, díselo a todos, celebra todo)
- Asuntos que no son directamente del trabajo: aficiones, familia etc. Estate siempre atento a lo que comenta en este sentido cada uno de los miembros del equipo. No habrá nunca silencios incómodos si le dejas a cualquiera hablar de lo que le gusta o interesa.
- Reconocimiento tanto con resultado positivo como negativo (hay que reconocer el esfuerzo, tanto si acertaron como si no. Presupón siempre un prestigio para la gente de tu equipo, así se esforzaran en mantenerlo)
Conversaciones para reparar la confianza dañada:
Me extenderé en este punto ya que es muy importante hacer bien las cosas aquí. Es cuando no se ha cumplido en algo y tenemos que reparar esta confianza.
Hay un método para Reclamar eficazmente a las personas de tu equipo: el reclamo productivo y la disculpa productiva
El reclamo productivo (cuando fallan ellos)
- Generar el contexto adecuado: teniendo en cuenta el momento, el lugar, la privacidad, el tono emocional, etc. Dejar claro que no queremos acusar ni recriminar sino resolver un problema que afecta a nuestro trabajo, a nuestras relaciones y, en definitiva, a nuestro bienestar personal. Ante todo mucha calma. Usa mucho la primera persona, que has entendido tú y como te sientes
- Tener presente el objetivo de hacer realmente un reclamo productivo: si la intención es culpar a la otra parte, más vale que no la hagas.
- Verificar en que habíamos quedado: revisar el compromiso original para ver si ha habido o no malentendidos. Si se hubiesen dado, hay que entender cómo surgieron y prever la forma de que no vuelva a suceder.
- Ver si no se ha cumplido y en que alcance: ¿Reconocemos, efectivamente, que el compromiso ha sido incumplido? Las dos partes deben estar de acuerdo en que una de ellas faltó a su compromiso para que, a partir de aquí, pueda presentarse el reclamo efectivo.
- Investigar que ha pasado: una de las partes, la que en su día hizo el pedido y solicitó el compromiso, indaga para entender las causas del incumplimiento.
- Evaluar el daño y hacer la reclamación: un compromiso incumplido provoca un impacto a tres niveles: perjudica la realización de la tarea, daña las relaciones entre las personas y genera cierta decepción en la persona defraudada. Cuando evaluamos el daño manifestamos estos tres niveles de impacto, sin ánimo de culpar pero con afán de clarificar. A partir de aquí podemos proceder a realizar el reclamo, en cada unos de los tres niveles afectados: en la tarea, en la relación y en nuestra propia persona.
- Pedir soluciones y negociar un nuevo acuerdo: la persona que realiza el reclamo realiza también el pedido de reparación, señalando las condiciones de satisfacción de su pedido. Al hacer esto, perdonamos implícitamente a la persona que ha incumplido su compromiso y sentamos las bases para negociar en el futuro nuevos compromisos.
- Aprender : hacer un reclamo efectivo, cuando se ha incumplido un compromiso, ofrece una posibilidad de aprendizaje para ambas partes y previene nuevos errores e incumplimientos. En definitiva, mediante el reclamo efectivo reparamos el daño causado a la tarea, restauramos la confianza y logramos que todo fluya.
Disculpa productiva (cuando fallamos nosotros)
Muy parecido al caso anterior :
- Crear el contexto apropiado y preparar la conversación: elegir el momento y el lugar apropiados y expresar a la otra parte nuestro deseo sincero de reparar la situación. Igual que arriba, usa mucho la primera persona, que has entendido tu y como te sientes.
- Tener presente el propósito de la disculpa: el objetivo de la disculpa efectiva es reparar el daño causado en relación con la tarea, la relación y la propia persona.
- Reconocer el compromiso previo: asumir nuestra responsabilidad a la hora de haber hecho una promesa aceptando el compromiso previo.
- Admitir que no se cumplió el compromiso: Explicar lo que nos ha sucedido, sin eludir nuestra responsabilidad. No se trata de dar excusas sino explicaciones con el fin de compartir con la otra parte las circunstancias que nos han llevado al incumplimiento del compromiso.
- Investigar sobre los daños ocasionados y ofrecer una disculpa: debemos escuchar, de la otra parte, los daños que ésta considera que le hemos ocasionado con nuestro incumplimiento, tanto hacia la tarea y la relación interpersonal como a su propia persona. Una vez reconocida la perspectiva de nuestro interlocutor estaremos en condiciones de ofrecer una reparación.
- Ofrecer una reparación y negociar un nuevo acuerdo: ponemos encima de la mesa las reparaciones oportunas, preguntando a la otra persona sobre lo que necesita para sentirse compensado. A partir de aquí negociaremos un nuevo compromiso.
- Aprender de cara al futuro: el error cometido constituye una buena oportunidad de aprendizaje y como tal vale la pena reconocerlo por ambas partes.
La disculpa productiva nos brinda la posibilidad de repararla propia tarea: realizar o corregir errores en la tarea que nos ocupa, reparar la relación: restablecer la confianza entre las partes, minimizar el daño en la confianza que le hemos ocasionado y reparar nuestro el valor de nuestra palabra y quedando realmente bien.
Habla, habla y escucha el doble. No vayas de jefe. Come con ellos, júntate aprovechando cualquier ocasión. Te darán la confianza que tú des. No se trata de ser el mejor amigo de los miembros de tu equipo. Se trata que sea cómodo y gratificante trabajar contigo. Aunque seas el jefe.
Saludos
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